En octubre hubo un evento muy interesante en el grupo de las Agile Women; Agile Kids, en el que exploramos la Agilidad aplicada al entorno familiar con nuestr@s hij@s. Una de las actividades fue el reto del malvavisco, o Marshmallow Challenge, en el que aprendimos sobre la importancia de los ciclos de aprendizaje iterativos.
La dinámica la ideó originalmente Tom Wucej para permitir a los equipos experimentar de forma simple y profunda la naturaleza de la colaboración, la innovación y la creatividad, componentes necesarios para entender la Agilidad. Me he inspirado en su charla TED para escribir este post.
Consiste en formar equipos de cuatro personas que tienen que construir en 18 minutos una estructura estable lo más alta posible con 20 espaguetis, un metro de cinta de carrocero, un metro de cuerda y un malvavisco, y este debe de estar colocado en la cúspide de la estructura. Lo interesante de esta dinámica es que fuerza a los participantes a aprender a colaborar muy rápido.
Las instrucciones descritas en la guía del facilitador son:
- Los equipos compiten para construir la estructura independiente más alta, medida desde la superficie de la mesa hasta la parte superior del malvavisco. La estructura no puede suspenderse de otra estructura (como una silla, la techo, o una lámpara).
- Todo el malvavisco debe estar en la cúspide de la estructura. Cortar o comer parte del malvavisco descalifica al equipo.
- Usar el material que el equipo elija, a excepción del malvavisco (que debe colocarse encima de la estructura).
- Los equipos pueden romper los espaguetis y cortar la cinta de carrocero y la cuerda según crean necesario para crear su estructura.
- El reto se ha de completar en 18 minutos. Los equipos no pueden tocar la estructura cuando el tiempo se agote, tocar o apoyar la estructura al final de la dinámica descalifica al equipo.
Los participantes suelen empezar orientándose, los miembros del equipo debaten, imaginan como será la estructura, disputan por el poder, luego pasan un tiempo planificando, organizando, dibujan la estructura y finalmente pasan la mayor parte del tiempo construyendo la estructura con los espaguetis. Finalmente, justo cuando se acaba el tiempo, alguien coloca el malvavisco en la cúspide y el peso del mismo suele hacer que toda la estructura colapse.
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Equipo en plena construcción |
Tradicionalmente los profesionales de TI hemos sido formados y entrenados para encontrar el único plan correcto al principio de nuestros proyectos, justo cuando es el momento de mayor incertidumbre y por tanto mayor ignorancia. Luego ejecutamos ese plan, y cuando la fecha de entrega se nos echa encima, cuando a modo de colocar el malvavisco en la cúspide, hacemos las actividades más críticas como son la integración y las demos a clientes, el proyecto entra en crisis...
El enfoque de los niños en la dinámica es diferente, ellos crean muchas más estructuras exitosas así como las más interesantes e innovadoras. Esto ocurre porque los niños empiezan con el malvavisco y construyen prototipos sucesivos manteniendo siempre el malvavisco en la cúspide, con lo tienen múltiples puntos de aprendizaje para arreglar prototipos fallidos a lo largo del proceso. Los diseñadores consideran este tipo de colaboración como la esencia del proceso iterativo, con cada versión los niños reciben feedback instantáneo de lo que funciona y lo que no.
La dinámica nos muestra que la capacidad de jugar con prototipos y validar es esencial. Pensemos que toda funcionalidad, épic o historia de usuario no deja de ser una hipótesis de solución a necesidades de nuestros clientes, y es esencial validar si nuestras soluciones tienen sentido para aquellos que van consumir nuestro producto. Scrum, como proceso iterativo incremental, aporta ciclos de aprendizaje sobre el producto que ocurren con el feedback de los interesados en cada revisión de sprint.
Una vez que los equipos de la dinámica han comprendido el valor del prototipado consiguen mejores estructuras, pero aún así hay algunos que destacan sobre los demás. En estos equipos emerge un facilitador, alguien con habilidades para entender el proceso y facilitarlo, haciendo que el equipo sea más exitoso todavía. Agilidad trata de equipos hiperproductivos, personas que sumando juntas rinden al máximo, y en estos equipos de la dinámica se ve claramente la importancia de los facilitadores, como ocurre con los Scrum Masters en los equipos de Scrum.
La lección fundamental de la dinámica es que el diseño y la construcción son un deporte de contacto. Exige que tengamos todos nuestros sentidos puestos en la actividad, y que apliquemos nuestras mejores ideas, sentimientos y actos en el reto que nos ocupa. Y, a veces, un pequeño prototipo de esta experiencia, el feedback de nuestro cliente, es todo lo que necesitamos para llevarnos del fracaso al éxito.
Los niños construyen las estructuras más estables e interesantes