sábado, 18 de febrero de 2017

¿Cómo afecta Scrum a los costes y a la productividad?

Una de los temas que más debate suscitan, tanto en mi trabajo como coach ágil como en mis clases, son los costes y la productividad. Aunque todo el mundo acabe comprendiendo que con Scrum podemos obtener un producto que es una mejor solución a las necesidades del cliente, suele haber la convicción que los costes en proyectos en cascada están mejor gestionados y optimizados, y que en las empresas en las que trabajamos los proyectos están muy claros... me suelo reír para mis adentros porque los que más convencidos están de ello son los que más se quejan de negocio y de los requisitos incompletos y cambiantes.

Para poder dar respuesta a esta cuestión de forma ilustrativa y visual he preparado dos gráficos que comparan ambas situaciones, en ellos se muestran las diferencias en costes y productividad.

Construcción de un producto en base a proyectos cerrados con concurso entre proveedores
En este primer gráfico se muestra como ocurren los proyectos en el tiempo, suelen ocurrir de forma discontinua con un tiempo de espera en medio, espera para el concurso entre proveedores y la contratación. Las construcción se alimenta de un alcance definido independiente para cada proyecto.

Se pueden identificar tres tipos de costes:
  • Coste de Transporte (CoT): representa el coste de la puesta en marcha del equipo, la constitución de entorno y recursos y la transferencia de conocimiento necesaria al equipo. Jefes de proyecto, consultores y en general profesionales de TI coinciden en que los equipos no están rodando y no son eficientes hasta entre 3 y 6 meses desde el inicio de proyecto.
  • Coste del Mantenimiento (CoM): representa el coste de mantener a un equipo en su fase productiva, representa las nóminas del equipo más los costes de recursos que consumen.
  • Coste de la Demora (CoD): representa el coste del retraso por no construir funcionalidades durante el tiempo de espera entre proyectos. En este periodo las compañías pierden beneficios y competitividad, su time-to-market está afectado perdiendo capacidad de adaptación al mercado y de aprovechamiento de oportunidades emergentes, oportunidades que se desvanecen rápidamente en el tiempo.
La productividad sigue un patrón de crecimiento lento desde el inicio del proyecto hasta la madurez del equipo, seguido de una fase de productividad máxima hasta la fecha de entrega, y finalmente un decrecimiento acelerado en la fase de estabilización y resolución de incidencias.

Podemos observar que únicamente el coste de mantenimiento tiene relación con la productividad, los demás costes son desperdicio desde el punto de vista de valor de negocio.

Construcción de un producto de forma iterativa e incremental con Scrum
En este gráfico con Scrum la construcción se alimenta de una pila de producto viva priorizada por valor de negocio y que siempre está alineada con las necesidades emergentes y cambiantes del mercado (véase como funcionan los conos de incertidumbre en las dos formas de gestión). El tamaño de la pila de producto puede estar alimentado a su vez por proyectos que amplían la visión y la financiación.

Como podemos observar, con continuidad de los equipos, la productividad se mantiene en su nivel máximo de forma continua y sostenible mientras el producto esté vivo y haya presupuesto. La única excepción con desperdicio está en el coste de transporte en la fase de maduración del equipo.

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