Actualmente la formación Agile, independiente de su formato taller, curso o workshop se evalúa con encuestas que preguntan al asistente su opinión por el aula, el material, la inscripción, ... ¿cierto?
Ejemplo de una encuesta tradicional |
Y bien avanzada la encuesta, tal vez ya con ganas de terminar porque tenemos que irnos, quizá nos esperan, en el cole, una reunión, el autobús, y nos se preguntan cosas como ¿ha sido útil? y ¿se puede aplicar en su trabajo? ... ¿te resulta familiar?
Estas encuestas son correctas, si bien hemos de preguntarnos ¿qué es lo importante?, y sobre todo ¿quién es el protagonista?
Si nos centramos en el contexto Agile, donde son claves la entrega de valor y la priorización, ¿no os parece que hay amplio espacio para la mejora?
Valores del Manifiesto Ágil |
¿Qué ocurriría si se produjera un MATCH entre ambos objetivos? Sería valor amplificado, si bien, esto sería cierto si los objetivos fueran esos, si bien es posible. Si buscamos el MATCH y consideramos que sea ese el objetivo, qué os parece esta forma de hacer la encuesta:
En una actividad a final en cada día más una general al final de la formación, donde sería el alumno el que sacara a la luz lo que estuvo bien y lo que es mejorable para la sesión siguiente. Y con sus votos sobre lo que es mejorable el alumno volvería a ser el protagonista en la priorización de las mejoras a tratar. Esto supone que:
- El protagonista es el alumno.
- El interesado clave y cuasi-protagonista es el profesor, él recibe feedback de lo que realmente les importa a los alumnos.
- En segundo plano o desapercibido está el organizador que sin duda tiene interés en la mejora continua de las formaciones.
Ejemplo de retrospectiva a final de curso a modo de evaluación Agile |
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