domingo, 24 de febrero de 2019

¿Cuál podría ser un modelo de negocio para una consultora en un entorno Agile?

El papel de las consultoras en un entorno Agile - cortesía de Pixabay
En uno de los debates sobre el papel de las consultoras en el nuevo escenario con clientes Agile, o que están en plena transformación, y que trabajan con consultoras, un gerente mencionó que la Agilidad convertiría a las consultoras en puras empresas intermediarias de subcontratación de personal técnico de TI. Ese puede ser un modelo en este nuevo paradigma, pero lo que creo que realmente hace es colocar a las consultoras en su rol, en partners expertos tecnólogos.

Tradicionalmente estamos acostumbrados a ver como las consultoras gestionan proyectos para los clientes, proyectos cuya responsabilidad toman al 100%. El handicap de esto es que las consultoras, aunque puedan entender el negocio del cliente en profundidad, no tienen el conocimiento de las singularidades del cliente ni viven la realidad del mercado del mismo.

La Agilidad nos prescribe que todo proyecto debe de que ser liderado en dirección, en los "qué's", por personas que entiendan y participen del negocio del cliente, y que los expertos tecnólogos, los consultores, sean los encargados de los "cómo's" de lo que se construye. Un jefe de proyecto sabe de prioridades para optimizar recursos, tecnología y personas, pero difícilmente sabe de prioridades de negocio para entender las necesidades reales y construir una buena solución que cubra esas necesidades.

Y ahí es donde el modelo de negocio actual de las consultoras puede flaquear. Lo primero que debe de ocurrir es que la propia consultora se transforme a Agilidad; para poder proveer de servicios ágiles es necesario entender y practicar la Agilidad a nivel empresarial como manera de trabajo propia, esto es algo necesario para llegar a ser una consultora ágil.

El servicio de una consultora ágil puede consistir en la oferta de equipos hiperproductivos o ganadores, lo que redunda en:
Desarrollo de equipos Agile - cortesía de Pixabay
El mero hecho de juntar personas y llamarlas equipo ágil no garantiza que funcionen como un equipo alineado y de alto rendimiento. Un verdadero equipo ágil se siente responsable y comprometido con los objetivos que se han marcado en común a partir de una misión dada. Al igual que un equipo deportivo tienen éxito y fracasan juntos. Los equipos ágiles están empoderados, colaboran, se alinean en un objetivo común compartido y tienen todas las habilidades necesarias para definir, construir, probar y, cuando sea aplicable, desplegar valor en cada sprint.

Para ello las consultoras ágiles deben de desarrollar a los equipos, hacer la labor de dotarles de todas las herramientas para que se integren, eso supone formación en Agilidad, coaching, mentornig y sobre todo empoderamiento para fallar rápido y aprender rápido.

Por otro lado los equipos ágiles deben de alinearse con los y prácticas de ingenieria ágil de software para poder ofrecer soluciones de forma rápida y confiable. La Ingeniería de software es "la aplicación de un enfoque sistemático, disciplinado y cuantificable para el desarrollo, operación y mantenimiento del software", lo que significa incorporar valores y principios Lean-Agile y prácticas de eXtreme Programming (XP), modelado ágil, enfoques probados para el diseño de software... por tanto las consultoras ágiles deben de proveer a los equipos de herramientas y recursos para ello, formación continua en herramientas y prácticas emergentes y también espacios como comunidades de práctica donde los desarrolladores y especialistas de los diferentes equipos y clientes puedan reunirse para intercambiar ideas, obtener ayuda en sus retos y compartir y discutir sobre nuevas tecnologías.

El gran reto, creo yo, está en dar valor al conocimiento tácito, entender que el conocimiento de estas personas es el mayor activo y pasar de considerar a las personas como recursos a tratarlas como personas en toda su naturaleza humana y crear equipos ágiles sin ignorar lo que la ciencia, la psicología y la sociología, nos enseña desde hace décadas. Eso implica que los consultores pasen de un modelo de obediencia a un modelo de colaboración y compromiso, y eso puede ser un cambio tan grande que quizá no todas las consultoras tengan oportunidad de sobrevivir. El autobús Agile ya ha partido, algunos pueden correr y hasta llegar a subirse, pero difícilmente sentarse en primera fila o al lado de una ventana...

Mis agradecimientos a Anderson por su profundidad y su símil del autobús :-P y a mi compañera Gertru por aportar y revisar el post :-*

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