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lunes, 8 de octubre de 2018

¿Cómo gestionar una cartera de proyectos de forma Lean-Agile?

La gestión Lean-Agile de proyectos pasa por una pila de producto
única que aúna las todas las funcionalidades por valor de negocio
La Agilidad pone el foco en productos, en flujos de valor, y en las realidades de muchas compañías que están en plena transformación siguen inmersas en la gestión de proyectos. Aunque objetivo y ciclo de vida de productos y proyectos son distintos, podemos aplicar Agilidad a menor potencia a nuestros proyectos ágiles. Con ágiles entendemos proyectos guiados por valor de negocio y con incorporación natural de cierto grado de cambios en su evolución.

En un ambiente clásico nos basamos en montar líneas de tiempo (planificaciones) atadas a un alcance inicial para dotar las líneas de tiempo de los recursos para cumplir con cada una de ellas, sin tener en cuenta capacidades ni dependencias subyacentes. Constituimos el equipo del proyecto, eso quiere decir que con cada proyecto buscamos a las personas adecuadas de diferentes especialidades y de diferentes centros de coste, y formamos un solo equipo supuestamente ideal para el proyecto. Trae la gente al trabajo, por lo que la dotación de recursos a la linea de tiempo no deja de ser un deseo. Ni todos están disponibles cuando lo requiera el proyecto, ni sabemos como ese grupo de personas recién formado va a resultar como equipo integrado.

Características no deseadas de la gestión clásica:
  • Planificación y ejecución basadas en utilización y disponibilidad de las personas
  • Fuerte resistencia a cambios de alcance
  • Sobrecarga y fricción: Baja velocidad de construcción
  • Equipos sin continuidad
  • Mueve la gente al trabajo
Una buena solución para hacer una gestión Lean-Agile de proyectos trata de desacoplar los proyectos de los equipos. La idea es aunar las funcionalidades de todos los proyectos en una única pila de producto, y alimentar las pilas de los equipos concretos desde esta. Esta forma de hacerlo permite tener equipos con continuidad que conserven el conocimiento tácito adquirido a lo largo de los años y la integración en equipo de alto rendimiento de sus miembros.

La idea es tener equipos funcionando con una velocidad conocida e inyectarles trabajo de forma balanceada a su capacidad con funcionalidades de diferentes proyectos, según tenga sentido.

Recordemos que la gestión ágil se basa en medir la capacidad de flujo de los sistemas y sus equipos de personas existentes, ajustar el trabajo a la capacidad y poner el foco en mejorar el flujo de forma continua, alineando, sincronizando y teniendo en cuenta las dependencias. Trae el trabajo a la gente.

Características deseadas que aporta la gestión ágil a través de una pila única:

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